La mató después de una discusión de pareja.
El caso conmociona a Rusia. Un joven de 22 años, identificado como Dimitri Luchin, asesinó a su novia de 45 años luego de una fuerte discusión de pareja. Luego, comió el cerebro de su pareja y bebió su sangre. “Quería probar su sabor”, reconoció ante las autoridades que investigan el caso.
Según los peritajes, Dimitri golpeó en la cabeza al menos 25 veces a Olga con una botella de vino. Cuando la mujer perdió la conciencia, le espetó cuatro puñaladas en el pecho. Una vez muerta, le rompió el cráneo con una maza y comenzó su siniestro ritual caníbal: cortó en pedazos el cerebro de su novia y bebió su sangre.
El joven permanece detenido tras confesar la autoría del crimen. “Me gustó el sabor de su cerebro. Luego dejé un poco de su sangre en un vaso y recogí más que se había derramado en el piso. ¿Por qué? Necesitaba sangre para beber con mi comida”.
Dimitri, que había sido galardonado con el premio a “poeta del año” por la Asociación de Escritores Rusos, fue sometido a exámenes psiquiátricos, pero el reporte fue contundente: es imputable. Para la Justicia, sabía lo que hacía y estaba consciente al momento del crimen.